Lo que debes tener en cuenta para mantener tu motivación a lo largo del tiempo.

La motivación no se mantiene solo a punta de emoción. La lógica y las razones te pueden mantener motivado ante la ausencia de la emoción o el ánimo.

MOTIVACIÓNMANEJO EMOCIONAL

9/15/20221 min read

¿Alguna vez has querido lograr una meta YA?

Sueñas con los resultados, te imaginas cómo sería tu vida si ese objetivo fuese una realidad. Supongamos que quieres ahorrar para darte las vacaciones que siempre has querido. Sabes que, para lograrlo, necesitas ahorrar. Y empiezas a fantasear con lo relajante que sería estar en la playa, lo feliz que estarías desconectándote del mundo y sus complicaciones.

Entonces, quieres tener el dinero YA, para viajar YA y descansar YA.

Y te entra el desespero. Tu ánimo desaparece al ver que necesitas ahorrar durante todo el año para tener tus vacaciones soñadas. Se ve tan lejano ese día que, sin más ni más, abandonas tus planes porque te sientes desmotivado o desmotivada. ¿Te ha pasado alguna vez o solo a mí?

¿Cómo sostener tu motivación a lo largo del tiempo?

1. Define tu punto de llegada.

Uno de los elementos más importante para mantener tu motivación es el objetivo que quieres alcanzar. Por eso, el primer paso es establecer a dónde quieres llegar, por qué quieres llegar a ese punto y no a otro.

Recuerda que tus objetivos deben ser SMART: Específicos, medibles, alcanzables, relevantes y definidos en el tiempo.

Volvamos al ejemplo de querer ahorrar. La primera pregunta para responder sería “¿cuánto quieres ahorrar?”. La siguiente pregunta sería “¿por qué quieres ahorrar?”. Las respuestas a esas preguntas se convertirán en los motivos que tienes para alcanzar tu objetivo.

2. Realiza un análisis de tus recursos presentes y futuros.

Es fundamental saber hacia dónde quieres ir, pero es igual de importante saber cuánto tienes que invertir. Para llegar a donde quieres, vas a tener que invertir dinero o tiempo y vas a necesitar recursos adicionales, como aprendizajes, personas, asesorías, etc.

Puedes ahorrar para, al final, darte cuenta de que lo que tienes no es suficiente para las vacaciones de tus sueños. O puedes ahorrar sabiendo conscientemente cuánto necesitas para ir a donde quieres. Para realizar ese análisis, puedes responder las siguientes preguntas:

👉 ¿Con qué recursos cuento?

👉 ¿Qué necesito para llegar a mi objetivo?

👉 ¿Cuánto de eso que necesito me falta?

3. Divide tu objetivo en acciones sencillas, realizables y cotidianas.

Una vez tienes claro el objetivo, necesitas pasar a los actos. Y para eso requieres establecer un plan de acción; es decir, lo que vas a HACER para lograr tu objetivo.

Sigamos con el ejemplo del ahorro. Ya definí que quiero ahorrar dos millones de pesos porque quiero viajar a Cancún en mis vacaciones. Quiero estar en un lugar nuevo, que tenga playa y donde pueda estar muy relajado. Teniendo eso en cuenta, es importante definir aspectos como:

👉 ¿Cómo voy a hacer el ahorro?

👉 ¿Dónde voy a guardar el dinero que estoy ahorrando? ¿Voy a usar el banco, una alcancía o alguna persona de confianza para evitar gastármelo?

👉 ¿Cuánto dinero necesito ahorrar cada mes?

👉 ¿Voy a destinar el 5% de mi salario o voy a guardar un porcentaje de mi presupuesto diario?

👉 ¿Cuántos días a la semana voy a ahorrar?

👉 ¿Necesito restringir algunos gastos no indispensables? ¿En cuáles estoy dispuesto a limitar los gastos?

4. Pasos de bebé.

Cuando un bebé está aprendiendo a caminar, primero gatea. Cuando ya ha fortalecido sus músculos lo suficiente, se levanta y empieza a dar sus primeros pasos apoyándose en los objetos a su alrededor. Cuando siente suficiente confianza, se suelta y empieza a caminar solo hasta que, finalmente, se da cuenta que puede correr.

Para mantener tu motivación y cumplir tus objetivos aplica la misma lógica. Si nunca habías hecho un plan de acción para lograr tus objetivos, es esencial que recuerdes dar pequeños pasos. Así evitas tantos errores o fallas que te lleven rápidamente a la frustración y a renunciar a tu sueño.

5. Un paso a la vez.

La mayoría de las personas nos hemos quejado alguna vez por nuestra inconstancia. Dejamos los proyectos a medio camino, frustrados y aburridos por no haber logrado eso que nos propusimos.

A veces nos sentimos abrumados por todo lo que se requiere para alcanzar un objetivo. Tantas acciones, responsabilidades, frentes, obstáculos y dificultades que se deben abordar nos agobian y terminamos renunciando a lo que queremos.

Para evitar eso, lo mejor es ir un paso a la vez, un día a la vez. ¿Qué quiero decir? Que el día de HOY, aquí y ahora, me ENFOCO y empleo mi energía en la acción que necesito hacer HOY. No pienso en lo que tendría que hacer mañana, la próxima semana o el siguiente mes.

6. Celebra los pequeños logros.

No esperes hasta el final para celebrar tus logros. Reconoce aquello que hiciste bien, aunque haya sido pequeño. Los grandes logros son el resultado de pequeñas acciones diarias y continuas (¡y lo mismo aplica para los fracasos!).

Si lograste cumplir tu meta de ahorro de la semana, ¡festeja! Reconócete el esfuerzo y la disciplina que tuviste para hacerlo. Incluso, regálate algo sencillo pero significativo que te guste: un helado, tiempo de descanso, un encuentro con amigos, etc.

7. Valora tus resultados.

Periódicamente evalúa cómo va tu proceso, porque esto es lo que te va a ayudar a realizar los ajustes necesarios para alcanzar tu objetivo. Por ejemplo, para saber si estoy cumpliendo con mi meta de ahorro, al final de la semana puedo hacer un balance.

👉 ¿Cuántos días ahorre?

👉 ¿Ahorre lo que me había propuesto o fue una cantidad diferente a la pensada?

👉 Si está siendo más difícil de lo que pensé, ¿qué ajustes o cambios puedo hacer?

Si tus resultados son mayores al 65%, vas por buen camino. Si están entre el 50% y el 65%, necesitas realizar algunos ajustes. Pero si tus resultados son menores al 50%, lo mejor es que reestructures tu plan de acción e incluso, tu objetivo.

¿Conoces alguna otra forma de mantener tu motivación? Me gustaría conocerla. Te leo en los comentarios.

La motivación no se mantiene solo a punta de emoción. La lógica y las razones te pueden mantener motivado ante la ausencia de la emoción o el ánimo.

Es solo en el PRESENTE que puedes corregir los errores del pasado y actuar para construir el futuro que anhelas.

Reconocer tus aciertos (y no solo tus equivocaciones) es una fuente poderosa para la motivación. Te permite ver que eres CAPAZ.

Recuerda que la finalidad de este ejercicio es mantener tu motivación, así que trátate con paciencia y amor. Autocastigarte solo te va a lastimar y a frustrar más de lo que estás.